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“Pues si realmente es así, dime cuáles son tus caminos. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo.” (Éxodo 33:13)
Se cuenta la historia de un joven que se acercó al famoso filósofo griego Sócrates y le preguntó cómo podía llegar a ser tan sabio como él. Para su sorpresa, Sócrates lo llevó a un lago y mantuvo su cabeza bajo el agua hasta que el joven tuvo que luchar por respirar. En ese momento, Sócrates le preguntó qué era lo que más deseaba, y el joven respondió: “aire”. Sócrates le explicó que, para alcanzar la sabiduría, debía desearla con la misma desesperación con la que deseaba el aire. Solo entonces estaría verdaderamente listo para obtenerla.
¿Deseas conocer a Dios de esa manera? ¿Hasta dónde llegarías para conocerlo? Así como el joven se acercó a Sócrates para obtener sabiduría, debemos cultivar un deseo desesperado por conocer más de Dios, hasta sentirlo tan necesario como el aire que respiramos. El problema de muchas personas hoy en día es que buscan las bendiciones de Dios para su trabajo, matrimonio y familia, pero están menos interesados en conocer quién es Él realmente. El hambre espiritual no se trata solo de querer bendiciones, sino de anhelar la presencia de Dios en nuestras vidas.
Podemos malinterpretar el hambre espiritual deseando lo que este mundo nos ofrece en nuestras relaciones, éxitos o comodidades. Ese anhelo por otras cosas nos dará satisfacción temporal, pero no podrá satisfacer el hambre de conocer a Dios. Así como la comida chatarra puede dejarnos físicamente insatisfechos, disfrutar de los placeres de la vida nos dejará desnutridos y nunca verdaderamente satisfechos.
La historia del libro de Éxodo nos recuerda que el pueblo hebreo le dio la espalda a Dios para satisfacer sus deseos y placeres terrenales. Dios, enojado por su rebelión, estaba listo para destruirlos, pero Moisés intercedió por ellos, recordándole a Dios el pacto que había hecho con ellos. Moisés realmente deseaba conocer a Dios, y esa hambre espiritual lo llevó a una relación más profunda con Él. De la misma manera, necesitamos activar esa hambre espiritual, esa pasión y deseo de conocer a Dios por encima de cualquier éxito, relación o cosa material.
Reconocer y alimentar tu apetito espiritual es clave para experimentar la plenitud de la presencia de Dios en tu vida. Aquí tienes algunas preguntas para reflexionar:
En septiembre, tuve el privilegio de enseñar junto con el Dr. Joseph Stowell. Visitamos lugares en Turquía, Grecia e Italia, todos relacionados con la vida y los viajes misioneros del apóstol Pablo, tal como se describe en el libro de los Hechos. Tuve la oportunidad de enseñar sobre Hechos 16 en el teatro de la antigua Filipos, el mismo lugar donde el apóstol Pablo plantó la primera iglesia en lo que hoy es el continente europeo. Recordemos que allí, Pablo expulsó el espíritu de adivinación de una esclava, fue encarcelado y luego liberado por un ángel. Finalmente, Pablo tuvo el privilegio de llevar al carcelero de Filipos y a su familia a Cristo, a quienes también bautizó. ¡Qué momento tan especial en la historia de la iglesia!
Un estudio devocional de 30 días con Mark Jobe
Como seguidores de Cristo, nuestra fe es esencial para saber quiénes somos. En Pasos Audaces tenemos como objetivo principal ayudarte a avanzar firmemente en tu caminar con Dios, paso a paso.
Es por eso que, junto a todo el equipo de Hoy en la Palabra, hemos creado Pasos Audaces con Jesús, un estudio devocional de 30 días. Con este nuevo recurso podrás conocer las perspectivas que el Dr. Mark Jobe ha desarrollado en su larga trayectoria pastoral. Además de ser el actual presidente del Instituto Bíblico Moody, Mark es anfitrión del programa de radio Pasos Audaces. Esta reflexión devocional diaria te ayudará a mantener tu mente centrada en la Palabra de Dios y tus ojos enfocados en Cristo. Confiamos que tu corazón se renueve y tu fe se fortalezca, a medida que caminamos juntos en este desafiante viaje de 30 días.